Por todos es sabido que los taxistas son uno de los gremios que más kilómetros al año hará a sus vehículos, por lo que suelen optar por modelos de bajo consumo y una resistencia extraordinaria que les permita amortizar rápidamente la inversión de compra de un nuevo vehículo.
Es esta la razón por la que me resulta muy grato descubrir como el Toyota Prius, la apuesta ecológica con mejor acogida de los últimos años, se reparto una buena parte de la tarta de vehículos elegidos por los taxistas.
El Prius implementa la tecnología HSD a través de la cual el coche a baja velocidad utiliza un motor eléctrico, y sólo cuando se superan los 50 kilómetros por hora se activa el motor de combustible.
Con esta ingeniosa estrategia se consigue reducir el alto consumo que genera un coche con las marchas más bajas, primera y segunda, en los constantes arranca y para que supone la conducción en zonas de elevado tráfico.
La conducción con el motor eléctrico supone pues un enorme ahorro, y de cara a los viadantes limita la emisión sonora que provoca el motor de combustión. Apenas se nota el ruido de rodadura del vehículo aliviando de esta forma el caos sonoro provocado por el tráfico.
El precio de partida es algo mayor que el de vehículos con similares características, pero el ahorro que supone el motor eléctrico consigue reducir el consumo de gasolina y amortizar en pocos años este desembolso inicial.
La última palabra la tienen los taxistas, los cuales han incluido este modelo entre sus favoritos y cada día es más común verlos circular silenciosamente por las calles de nuestra ciudad. Sin lugar a dudas una una muestra de que dinero y conciencia pueden ir de la mano gracias a inversiones sostenibles de este estilo.
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